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TLÖN, la hiperrealidad  [de la realidad]

A través de Borges

Basado en el cuento de Borges: Tlon, Uqbar y Orbis Tertius estás imágenes dan veracidad al proceso de investigación que realizan tanto Borges como Bioy Casares tras el descubrimiento de un tomo que habla sobre Uqbar, recogido en  "The Anglo-American Cyclopaedia" (una reimpresión de la Encyclopaedia Britannica de 1902). ) La cita es que “Los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de hombres”, tras esta sentencia, Borges y Casares revisan el número que poseen de esa enciclopedia pero no encuentras nada referente a Uqbar.

Pasan unos cuantos días y revisan los dos volúmenes que tienen cada uno y la única diferencia que encuentran es el artículo de Uqbar, descubriendo que se refiere a una región de Tlön y que posee una literatura fantástica, es decir, es un lugar totalmente imaginario, pero no consiguen obtener mucha más información.

Tras dos años, Borges da con el tomo de  "A First Encyclopaedia of Tlön” que había dejado Herbert Ashe en un bar. En este undécimo tomo de la enciclopedia, rezaba la inscripción de Orbis Tertius en la primera página y se describe varias características del planeta de Tlön.

 

Los habitantes de Tlön tienen en cuenta al idealismo como el sentido común. No existe la individualidad sino que todos forman, mentalmente hablando, parte de una divinidad única. Por esta razón no existen los sustantivos ya que éstos definen a seres individuales, sino que utilizan verbos impersonales configurados a través de la conjunción de varios adjetivos.

Se suprime el razonamiento y los objetos existen en el tiempo siempre y cuando sean percibidos, en el momento que las personas los olvidan, desaparecen, con lo cual no existe el materialismo ya que propone la existencia de esos objetos aún y cuando la gente no los perciba.

 

En la posdata de 1947, Borges nos desvela el misterio de Tlön. Orbis Tertius aparece como una sociedad secreta de intelectuales que se reúnen para crear un país imaginario, a principios del siglo XVII. Más tarde, esta sociedad reaparece en América, donde Ezra Buckley plantea no ya la invención de un país, sino de un planeta y todo esto se traduce en la Primera Enciclopedia de Tlön y se envía un volumen a cada colaborador, entre ellos Herbert Ashe. Hacía 1944 aparecen los volúmenes completos de la Enciclopoedia en Memphis difundido gracias a la prensa internacional.

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